En la entrada anterior expliqué cómo descubrí la histaminosis. Si te sentiste identificadx con mi historia, seguramente querrás saber qué síntomas me hicieron atar cabos.
Pero primero quiero que entiendas bien qué es la histamina y la histaminosis:
La histamina es una molécula con muchas funciones en nuestro cuerpo, que también encontramos en los alimentos en mayor o menor medida, según sean ‘altos o bajos en histamina’.
Tiene tanto funciones hormonales como neurotransmisoras (de ahí que algunos de los principales síntomas sean las migrañas, los lapsus, los mareos, etc.). También regula la producción de ácido en el estómago (puede producir reflujos) y la contracción del intestino (digestiones pesadas), el sueño y el hambre (ansiedad o inapetencia).
Por otro lado, tiene un papel muy importante en las reacciones alérgicas, de ahí que se receten ‘antihistamínicos’ como método de alivio o control (Tip: para nada son una solución, sino una «tirita», hay que resolver los desajustes de base). Además, algunos síntomas de histaminosis son similares a una reacción alérgica: párpados inflamados, rinitis, urticaria, etc.
En primer lugar, es importante aclarar que la histaminosis alimentaria no alérgica en sí no es una enfermedad, sino el resultado de uno o varios desajustes en nuestro cuerpo, tanto genéticos como adquiridos (ej.: por exceso de medicamentos o patologías gastrointestinales).
La histaminosis es una acumulación de histamina en los tejidos de nuestro cuerpo por la incapacidad de degradarla −por desajustes intestinales, hepáticos, déficit de DAO recuperable, etc.− y/o porque nuestro cuerpo genera un exceso de histamina −por bacterias aumentadas, virus, hongos, parásitos, alteraciones hormonales u otros−.
Asimismo, es un proceso ‘no alérgico’ porque no está implicada la inmunoglobulina E, presente en las alergias, aunque algunos síntomas sean similares.
Entenderás todo mucho mejor si ves este vídeo:
La histaminosis provoca muchísimos síntomas muy diversos, ya que la histamina se acumula en todos los tejidos del cuerpo. No tienes por qué tener todos los síntomas a la vez ni tenerlos todos. Algunos van por épocas, otros nunca aparecen, depende bastante de cada persona. En mi caso, los más destacados eran:
A modo de curiosidad, todas las mujeres cuando menstruamos sufrimos una disminución de DAO (tengamos o no déficit diagnosticado), la enzima encargada de degradar la histamina en el intestino. Por ello, en esos días quizá tenemos más facilidad para ir al baño e incluso diarreas e inflamación abdominal. Los desajustes hormonales (exceso de estrógenos, por ejemplo) están también íntimamente ligados a problemas intestinales e histaminosis.
¿Has tenido o tienes algunos de estos síntomas? Seguramente, me habré dejado varios porque son tantos que no recuerdo todos 100%, pero puedes hacerte una idea de la desesperación por entender qué me pasaba, y la alegría de haberlo resuelto en buenas manos, poco a poco.
Nos leemos