Pruebas preconcepcionales y del primer trimestre de embarazo

En mi canal de YouTube ya os expliqué con detalle cómo preparamos el embarazo, pero os voy a dejar por aquí un resumen de qué pruebas me hice tanto preconcepcionales como durante el primer trimestre.

Visita preconcepcional

En la visita preconcepcional, que hicimos a finales de noviembre 2021, mi ginecóloga (fue mi primera visita con ella porque quise coger de cero a un equipo actualizado y respetuoso con mis decisiones) me hizo una citología, ya que me tocaba la que hago anualmente por antecedentes familiares, y me pidió una eco mamaria (tengo mamas fibroquísticas y, aunque actualmente no molestan nada, allá donde voy me hacen seguimiento).

También me pidió una analítica completa para comprobar que mi cuerpo estaba en su estado óptimo para buscar embarazo (yo ya llevaba unos meses tomando ácido fólico metilado -importante para asegurar su absorción-, como explico en mi canal de YouTube). Pidió estos marcadores: 

  • Hemograma completo
  • Glucosa, urea, ácido úrico y creatinina
  • Marcadores hepáticos (GOT y GPT), colesterol total, HDL y LDL, triglicéridos
  • Calcio, hierro, ferritina, sodio y potasio
  • Lactato deshidrogenasa (LDH)
  • Vitamina D (25-OH colecalciferol)
  • TSH – tiroides
  • Virus: varicela zóster IgM e IgG, citomegalovirus IgM e IgG, rubeola IgM e IgG, toxoplasma gondii IgM e IgG


Todos
los resultados salieron perfectos, así que en diciembre tuvimos el go! Y el 31/01/2022 el test de embarazo dio positivo. En nuestro caso todo fue rapidísimo (también explico en el vídeo que llevábamos años cuidando al máximo nuestra salud), pero en la visita preconcepcional la ginecóloga nos avisó de que podíamos tardar hasta 1 año sin que hubiera «ningún problema» y teniendo 30 años.

Revisión anual en el dentista

También aproveché el mes de noviembre para hacerme la revisión anual en el dentista. Fue un acierto total porque, aunque normalmente nunca hay novedades, justamente vieron que había saltado una esquina de un empaste que tenía desde adolescente.

A los pocos días, volvieron a hacerme el empaste, para evitar que la comida se fuera «colando» y que hubiera riesgo de infección. ¿Por qué es tan importante? La salud bucodental es vital es la salud de cualquier persona, pero en el embarazo aún se le presta más atención por los riesgos de aborto, para el feto, infecciones, etc.

De hecho, en PNIE se tiene muy en cuenta y, si fuera necesario, se dan tratamientos, en pacientes en general, también para la microbiota oral. En este post de Xevi Verdaguer se explica muy bien.

Pruebas en el primer trimestre

Una vez embarazada, tuvimos la primera visita con la ginecóloga casi en la semana 8 (esas 4 semanas desde el test positivo se nos hicieron eternas, porque hasta que no lo oyes y ves no te parece real). Antes no se suele recomendar hacer esta visita porque podría solo verse el saco gestacional o no detectarse latido, lo que podría dar lugar a «falsas malas noticias». 

De hecho, en la Seguridad Social esta visita se hace en la semana 11, aproximadamente, coincidiendo con «las primeras pruebas importantes» del embarazo.

En esa visita de la semana 8, la ginecóloga me preguntó la fecha de mi última menstruación (en mi caso, no pude ir más coordinada con el calendario… porque fue el 3/01/2022) y qué síntomas tenía (en este vídeo os los explico).

Y… llegó el gran momento. El corazón se nos iba a salir por la boca, ya que en nuestro entorno de parejas jóvenes ha habido varios abortos espontáneos (y, posteriormente, bebés sanos) y tu mente no quiere hacerse ilusiones. Esa primera ecografía (y hasta la prueba del triple screening que ahora explicaré) es transvaginal porque el embrión todavía es muy pequeñito y así se ve todo mejor.

Además, en este centro te dan un pendrive desde la primera visita en el que van grabando vídeos, fotos, etc., de cada ecografía del bebé, siempre en 2D, pero con una calidad espectacular (no las compartiré, excepto esta inicial, porque no me siento cómoda, Al menos ahora, siento que es la privacidad de nuestro hijo).

En esta visita, la ginecóloga también me pidió una analítica con diferentes parámetros (incluyendo tira y cultivo de orina) que, posteriormente, serviría para obtener el resultado del triple screening. Esas valoraciones se obtienen relacionando algunos resultados de la analítica con las medidas que se le toman al feto en la ecografía de la semana 11-12.

Ecografía semana 8_Sin histamina

En esta imagen se puede ver el embrión (para mí parecía una gamba, así que estuve un tiempo llamándole así) con «su tupper» (que realmente se llama saco vitelino y en este link se ve genial), porque, entre otras cosas, le proporciona alimento hasta que se forma la placenta más tarde. Y el corazón le latía a 150ppm.

La siguiente visita la tuvimos en la semana 10. Me volvieron a hacer una ecografía transvaginal y el bebé parecía un muñequito de nieve. Ya se podía apreciar perfectamente las estructuras faciales, los brazos y las piernas, y su corazón latía a 167ppm.

Triple screening

A finales de la semana 11 tuvimos la visita más importante del primer trimestre, en la que se hace el Triple screening. Es un test en el que se establece el riesgo, basado en diferentes parámetros, de que el feto pueda tener algunas alteraciones cromosómicas, como Síndrome de Down o de Edwards. 

Antiguamente, en su lugar, se hacía la prueba invasiva (con cierto riesgo de aborto) conocida como amniocentesis. Ahora, que yo sepa, queda reservada a casos en los que se ha visto alteración en el triple screening y en el test prenatal.

En este caso, no nos atendió nuestra ginecóloga, sino una doctora del mismo equipo especializada en el test de triple screening, que entiendo que se llama así porque da 3 resultados de los que se extrae el riesgo de alteraciones en el feto:

  • MoM translucencia nucal o pliegue nucal
  • MoM PAPP-A (Proteína plasmática asociada a la gestación)
  • MoM HCG-L (niveles de «hormona del embarazo»)


Por lo que leí en su momento, el resultado óptimo en cada ítem es lo más cercano a 1, pero hay que tenerlo todo en consideración. Así que ya te explicará los resultados el profesional que lleve tu caso y, además, a continuación aparece el riesgo de Síndrome de Down y de Edwards.

Esta fue la primera ecografía abdominal del embarazo. En este momento el feto ya es más grandecito (parecía un pollito asado) y se ve perfectamente toda su estructura. La doctora nos fue diciendo lo que iba comprobando: hueso nasal presente, translucencia nucal (o pliegue nucal) correcta, manos, brazos y piernas, etc. También comprobó que el flujo sanguíneo en el útero era correcto, así como el que recibía el bebé.

Aprovechando que la doctora era súper empática, dulce y cercana, le pregunté si podíamos saber el sexo, ya que no sabía por qué sentía desde el primer día que era un niño. Me dijo que hasta la semana 14 podía confundirse, pero… dio un toquecito, el bebé se giró y apareció su pene en pantalla. ¡Era un niño!

La verdad es que no es una información súper relevante porque «no cambia nada» para nosotros como padres (en la sociedad es otra cosa…), pero teníamos ganas de saberlo y poder imaginarle todavía un poquito más.

Fue una eco preciosa. El bebé hizo mil monerías y pudimos verle saltar perfectamente de un lado a otro del útero. Fue muy emocionante y su corazón latía a 163ppm. Nos dejaron grabar el sonido con el móvil para tenerlo con nosotros siempre.

Al salir de la consulta, llevamos el informe al laboratorio donde me hice la analítica en la semana 10. Y en menos de una semana tuvimos los resultados: ¡todo estaba perfecto! El riesgo de cualquier alteración cromosómica era realmente bajísimo. Fue una gran noticia. Nos explicaron los resultados por teléfono (aunque ya los habíamos recibido y visto online) y recuerdo llorar muchísimo de pura felicidad y tranquilidad. Y también nos dijeron que el riesgo de preeclampsia era ínfimo.

Test prenatal no invasivo (TPNI)

El triple screening se basa en «la observación», medición y comparación de parámetros. Por lo que en la semana 10 le preguntamos a nuestra ginecóloga si nos recomendaba hacer un test prenatal, basado en genética, para quedarnos más tranquilos. No dudó y respondió: «La genética no deja lugar a dudas». 

Además, el triple screening solo valora el riesgo de 2 síndromes (Down y Edwards) y el test prenatal también valora Síndrome de Patau, de Turner, DiGiorge, triploidías o gemelo evanescente y el sexo fetal (opcional).

Así que decidimos hacer el test prenatal no invasivo en Echevarne, ya que es un laboratorio que tenemos al lado de casa, nos hemos hecho muchas pruebas allí, nos daba mucha confianza y usan una técnica avanzada. Solo me sacaron un tubito gordo de sangre que usaron para separan mi ADN del ADN del bebé y analizarlo.

Recibimos los resultados una semana antes de los del triple screening y ¡todo estaba perfecto! El riesgo de cualquier alteración cromosómica de las que analizan era bajísimo.

Cobertura por mutua

Desde hace 3 años, mi mutua es DKV con reembolso. Esto quiere decir que tengo acceso a todo el cuadro médico y a los beneficios normales de una mutua. Y, además, puedo visitarme con médicos externos y hacerme, con petición médica, pruebas que de normal no cubren. Luego solo tengo que presentar la factura vía web / app / e-mail y, si todo es correcto, me reembolsan en mi cuenta bancaria el 80% del coste.

En un primer momento, envié la petición a mi mutua para hacer el test prenatal y me dijeron que no lo cubrían si no había un motivo médico como, por ejemplo, alteraciones en el triple screening. Como nosotros todavía no habíamos hecho esa prueba, no teníamos «ningún motivo» más que nuestra tranquilidad, así que pagamos los 550€ que cuesta este test.

Después de la prueba, en marzo, presenté la factura a mi mutua y me pidieron un informe médico. Así que presenté lo único que tenía: una petición normal de mi ginecóloga, con el típico «talón» de mutua. Pasaron unos meses y, sin noticias previas, me pidieron los resultados del test. Los presenté en junio y en julio (justo al día siguiente de escribir este post, casualidades de la vida…) ya tenía el reembolso en mi cuenta. ¡Qué gran noticia!

En este caso, no fue del 80% estricto (serían 440€ y recibí 350€) porque me aclararon que en las coberturas de mi mutua se incluye «un reembolso del 80% con un máximo de 350€ en los test genéticos de cribado prenatal».

Por cierto, normalmente los reembolsos, si no hay inconveniente, se reciben en cuenta 1 semana después de haber presentado la factura y recibir la validación. Pero, en este caso, al tener un alto coste, me pidieron más justificantes y lo estuvieron valorando más tiempo.

No sé si en otras mutuas cubren de base el test prenatal no invasivo, si solo lo cubren cuando hay un motivo médico, etc., así que mejor consúltalo directamente porque también dependerá de la cobertura que tengas contratada. Por otro lado, hablando con otras personas, me comentaron que en la Seguridad Social el test se hace si hay alteraciones en el triple screening u otros motivos médicos. Pero desconozco si es así solo en algunas comunidades o cómo funciona, mejor informarse directamente en caso de duda.

¿Es un test necesario? No. Si confías en los resultados del triple screening, no haría falta hacerlo. Pero, como digo, a nosotros nos dejaba mucho más tranquilos la genética y comprobar otros síndromes habituales, y así lo hicimos.

Y compartimos la noticia con la familia

Sí, esperamos a tener todos los resultados para darle la noticia a la familia. Pero, al contrario de lo que estás pensando y que mucha gente critica, no fue «por si pudiera pasar algo» (porque lo hubiéramos contado sin problema), sino porque no queríamos tener más presión.

El primer trimestre es muy intenso. Todo parece irreal todavía, tienes síntomas (algunas mujeres más que otras), emociones, cansancio, y mucha incertidumbre. Vas a las ecografías con el corazón en la boca… Así que lo último que queríamos era tener a más personas pendientes de las visitas, de los resultados, etc., con sus miedos y «sus mochilas». 

Queríamos disfrutar de ese oasis de libertad, de esa gran noticia que solo compartimos, mayoritariamente, con amigos virtuales (o que no vemos a diario en persona) que nos daban su apoyo sin agobiar y que seguían cada noticia con emoción y respeto.

Y esta fue nuestra experiencia, en cuanto a pruebas, en el primer trimestre de embarazo. Espero que te haya sido útil y ¡gracias por leerme! 

Si tienes dudas (aunque lo mejor será que lo comentes con el profesional que lleve tu embarazo) o quieres saber más sobre mí, te espero en mi Instagram: @sinhistamina.